Es una oruga cuyo cuerpo esta recubierto de finos pelos que contienen una toxina.
Se la conoce cómo procesionaria del pino ya que habita principalmente en pinares, aunque puede sobrevivir en cedros y abetos. Sus nidos en las ramas son de color blanco que bien pueden parecer nidos de gusanos de seda.
Su principal desarrollo se da en primavera, cuando abandona el nido formando una hilera con otros ejemplares de la misma especie.

¿Cómo puede la procesionaria dañar a nuestro perro?

Nuestras mascotas pueden verla caminando por el suelo o intentando subir a un árbol. Como es un “bicho” moviéndose, despertará su curiosidad.

Cuando intentan olerla, morderla, chuparla o simplemente se rozan con ella…. la oruga desprende sus pelos con la toxina.

¿Cuáles son los síntomas de la picadura de una procesionaria?

1. Notará un picor intenso en la zona afectada, normalmente la nariz, lengua, boca o garganta.
 2. Sufrirá una i
rritación cutánea que podremos apreciar por el color sonrojado de la zona, además de una inflamación que aunque en principio pueda parecer leve, en poco tiempo se intensificara considerablemente.

3. Comenzará a rascarse con las patas, dejará la lengua fuera de la boca por la inflamación, se mostrará más excitado y nervioso, es posible que vomite e incluso que su lengua o labios cambien de color.

¿Qué hacer si a tu perro le pica una procesionaria?

Lo primero es no perder la calma y lavar con agua la zona afectada.
Acudir inmediatamente a un veterinario para que le administren corticoides de rápida acción
que ayudarán a prevenir y tratar la inflamación, aunque dependiendo de la gravedad de la picadura, es posible que algunas zonas queden con necrosis